La imaginería de la Semana Santa
en España tuvo su época de máximo esplendor en los siglos XVII y XVIII, los
modelos pasionistas recogidos en grabados, aleluyas e imágenes recorrieron de
norte a sur la península adaptándose a la idiosincrasia de cada lugar. En este
artículo se pretende establecer una línea evolutiva de la representación de
Jesús Nazareno en actitud dialogante hacia el pueblo que lo contempla, los
nazarenos de mano tendida.
La iconografía del Nazareno
N.P.Jesús Nazareno. F.Ocampo 1610 |
La representación iconográfica de Jesús
camino del Calvario también denominada de Jesús Nazareno o Jesús con la
cruz al hombro se consolida en las representaciones del arte gótico dentro
de la búsqueda de la humanidad de Cristo. Así en las vidrieras de la Catedral
de Chartres se representa ya a Cristo abrazando la cruz por el patibulum rodeado de sayones. En el
arranque del siglo XVI la representación de Jesús Nazareno adquiere cierto
carácter alegórico siendo común su representación con la cruz invertida en
actitud triunfante. Es posiblemente la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno -atribuida a Francisco de Ocampo,
hacia 1610- el punto de conexión entre la imaginería manierista y el
naturalismo de las escuelas barrocas que cristalizarán en la imaginería
procesional la iconografía de Jesús Nazareno.
La iconografía común de Jesús con la Cruz al hombro camino del
Calvario se consagra en las composiciones devocionales de las escuelas de
imaginería de finales del siglo XVI y especialmente la de la primera mitad del XVII.
La iconografía más recurrente del Nazareno representa a Cristo de pie,
doblegado por el peso de la cruz, la cabeza inclinada en actitud sumisa, y con ambos brazos sosteniendo el extremo más
bajo del patibulum. La teatralidad de la composición suele rematarse con la
presencia de elementos añadidos como túnicas, sogas, coronas de espinas o
incluso pelucas de pelo natural. La obra de Martínez Montañés y Juan de Mesa y
Velasco consagrarían esta iconografía en dos obras de referencia artística y
devocional: Nuestro Padre Jesús de la
Pasión y Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Esta representación del
Nazareno no se limita al área de influencia de la imaginería barroca sevillana,
pues a ella responden los venerados Nazarenos de Córdoba y Murcia, ambos de
finales del siglo XVI, el paso de Jesús
en la Calle de la Amargura de José de Larra Churriguera realizado en 1716
para la Congregación de Nazareno de Salamanca o el Nazareno de la parroquia
zamorana de San Frontis.
La iconografía en la escuela de
Valladolid
Frente a la propuesta más común, la escuela de imaginería procesional
vinculada a la figura de Gregorio Fernández consagró a comienzos del siglo XVII
un nazareno más cercano a las propuestas del teatro barroco tan propias de la
Semana Santa vallisoletana. En líneas generales se representa a un Jesús más
portentoso con la carga expresiva ya no en la actitud hacia la cruz si no en su
dialogo con el espectador mediante un detalle común: la mano derecha extendida
hacia el público o los personajes que representan al pueblo cristiano, por lo
general la Verónica.
En la concepción de esta forma de representar a Jesús con la cruz al
hombro tuvo gran peso los grabados de la Pasión contenidos en los libros
litúrgicos que circulaban por España. La obra
De imitatione Christi de Tomás Kempis contenían ilustrativas
representaciones de la vida de Cristo en las que el pasaje del camino del
Calvario era muy recurrente. Uno de los grabados que pudo servir de inspiración
a los imagineros castellanos fue el realizado por Martin Schongauer hacía 1480
y que formó parte de alguna de las ediciones de la obra de Kempis. En este
grabado se representa a Cristo con la cabeza erguida y ligeramente ladeada hacia
la multitud, su brazo izquierdo se muestra alzado para sostener la cruz
mientras con el derecho agarra el paño de la Verónica.
Las primeras plasmaciones de esta representación del Nazareno las
encontramos a comienzos del siglo XVII en obras de Pedro de la Cuadra y
Francisco del Rincón, sin embargo la obra clave en la propagación de esta
iconografía es el paso Camino del
Calvario que encargará la Cofradía de la Pasión a Gregorio Fernández en
1614. Curiosamente un paso cuyo Nazareno original no se conserva, pero cuyo
esquema si se extendió por distintas localidades del entorno de Valladolid,
tanto en los grupos escultóricos como en las imágenes individuales.
Jesús Nazareno, Pedro de la
Cuadra ca.1600. Valladolid.
Foto: jesusario.blogspot.com |
El Jesús Nazareno que hoy en
día compone el paso Camino del Calvario
en el museo Nacional de Escultura de Valladolid fue realizado, según la mayor
parte de los investigadores, por Pedro de la Cuadra para la cofradía de Jesús
Nazareno en torno al año 1600. En origen se trataba de una imagen de vestir,
tallándose el cuerpo actual con túnica en 1697. Su presencia en la actual
composición del paso se debe a la reconstrucción del mismo en torno a 1920
aprovechando está imagen de la parroquia de San Agustín, donde permanecía desde
1676 tras un conflicto entre la parroquia y la cofradía que se vio obligada a
remplazar su titular por uno nuevo. La imagen presenta a Cristo, aunque
arrodillado sobre el suelo, presenta la posición de los brazos que hemos
identificado como característica de esta escuela, el izquierdo erguido para
sujetas la cruz y el derecho dirigido hacía el espectador, en este caso
remarcado por la necesidad de sujetarse en la caída. La actual imagen titular de la cofradía de Jesús
Nazareno de Valladolid, encargada en
1676 como se señalaba anteriormente, sigue al detalle la composición del
nazareno aunque con túnica de talla que sería estofada a mediados del siglo XX.
Jesús Nazareno, Francisco del
Rincón 1606. Medina del Campo.
Foto: www.navadelrey.eu |
En la provincia de Valladolid se conservan dos nazarenos del escultor
Francisco del Rincón. La primera de ellas fue tallada en 1606 para la Cofradía
de Nuestra Señora de las Angustias de Medina del Campo. Se trata de una talla
de tamaño mayor que el natural, concebida para vestir pero tallada en su
integridad. Jesús Nazareno se muestra
erguido, con la cabeza girada hacía la derecha siguiendo el gesto de la mano
tendida, el brazo izquierdo de nuevo se eleva por encima de la cabeza para
sostener la cruz. Se trata de una imagen que siempre ha desfilado en solitario,
demostrando que desde los primeros planteamientos el nazareno con la mano tendida era una respuesta común a esta
iconografía, con independencia de que formará parte de un grupo escultórica en
el que se exigiese una mayor teatralidad. En 1607 el mismo autor realizaría
otra obra de similares características para Nava del Rey (fotografía adjunta).
Jesús Nazareno, Pedro de la Cuadra ca. 1612. León.
Foto: Foro papones |
La imagen de Jesús Nazareno
de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús de León está atribuida a Pedro de la
Cuadra sin embargo no se conocen datos ciertos sobre su origen y ejecución, recientes
aportaciones han señalado incluso la gubia de Gregorio Fernández para su
autoría. En cualquier caso las sucesivas intervenciones sobre la obra hacen muy
difícil su atribución, así como su estudio iconográfico. Las fotografías más
antiguas, sin embargo, sí permiten situarlo en el marco de este estudio. El
Nazareno de León presentaba, antes de la intervención de Víctor de los Ríos,
los rasgos característicos que hemos enunciado anteriormente, si bien
en este caso con la mano diestra ligeramente levantada. Su configuración barroca
además le hacía vestir túnica de terciopelo suelta desde los hombros, como era
común en las representaciones castellanas del nazareno, y peluca de pelo
natural. La imagen se acompañaba de un cirineo atribuido a Díez de Tudanca
fechable a mediados del siglo XVII, la
figura secundaria de Simón de Cirene será clave en la configuración de los
grupos escultóricos del Camino del
Calvario.
Camino del Calvario, Gregorio
Fernández 1614. Museo Nacional de Escultura.
Reconstrucción con el Nazareno de 1697 |
El grupo escultórico Camino del
Calvario consagraría definitivamente la representación de Jesús Nazareno con la mano tendida como
pasaje principal de la calle de la Amargura.
Siguiendo los cánones de los grabados del siglo XV y XVI se representa a
Jesús en el centro (la imagen original de Gregorio Fernández no está localizada
en la actualidad), delante de él a su izquierda un sayón lo conduce con una
soga y a su diestra la Verónica le ofrece el paño para enjugar su rostro. Tras
él a su izquierda el Cirineo sostiene el último tramo de la cruz, al igual que
en el paso de León, y a su derecha un sayón lo conmina a avanzar.
El paso original evolucionaría a finales del siglo XVII. En primer
lugar se sustituiría el nazareno de Gregorio Fernández por otro de vestir en el
marco de las reparaciones llevadas a cabo por Juan Antonio de la Peña y Juan de Ávila en 1697. Esta imagen ha sido
recientemente recuperada por la cofradía de Pasión, curiosamente la nueva
imagen ya no respeta los cánones de los nazarenos de comienzos del siglo XVII,
abrazando la cruz con ambos manos en el tramo bajo del patibulum. En las
reformas de finales del siglo XVII se alteraron en cierta manera los sayones,
añadiendo una característica trompeta al sayón de la soga y ampliando la lanza
del soldado que se clavaba en el costado de Cristo. Estas transformaciones han
sido fruto de numerosos estudios por las erróneas interpretaciones de la composición y su evolución.
La Verónica, 1694-1696.
Palencia
Archivo del blog |
La importancia de la imaginería de Valladolid en la Semana Santa de
los centros de población de su entorno fue crucial, un buen ejemplo es el paso
de La Verónica o Jesús Camino del Calvario de Palencia. Las imágenes son obras de
varios autores, la Verónica y el sayón del palo son de Antonio Vázquez de 1694,
el Cirineo y el sayón de la soga de Bernabé López Frías de 1696, y el Nazareno
es obra de José de Rozas en 1694. La imagen de Cristo recoge todos los
planteamientos señalados en este análisis, giro de la cabeza en actitud
comunicativa, brazo izquierdo elevado para sostener la cruz, y el brazo derecho
extendido con la mano tendida hacia la Verónica. La constatación de esta
iconografía hace entender que también así sería la imagen de Gregorio Fernández
en Valladolid, de cuyo paso es el de Palencia copia fiel.
La caída, finales del s.XVII.
Salamanca
Foto: jesusario.blogspot.com |
De nuevo las desafortunadas intervenciones llevadas a cabo sobre la
imaginería procesional dificultan el análisis de este paso de la Cofradía de la
Vera Cruz de Salamanca. La documentación de la cofradía recoge a finales del
siglo XVII la existencia de un paso denominado “Nuestro Señor con la Cruz a cuestas” que parece identificarse con
el actualmente denominado La caída. Las
fotografías antiguas no dejan ninguna duda sobre la inspiración de la obra en
el paso Camino del Calvario de
Gregorio Fernández si bien con las intervenciones llevadas a cabo en Valladolid
a finales del siglo XVII, así el nazareno, que presidía el grupo, se presentaba
con la posición de los brazos según el canon de principios de siglo aunque en actitud casi genuflexa.
Otros nazarenos
Jesús Nazareno, Híscar. |
Aunque parece que a finales del siglo XVII se extiende definitivamente
el modelo más tradicional de Jesús
Nazareno con las dos manos en torno al brazo de la cruz, se conservan
algunas representaciones más del nazareno de mano tendida fechables en el
difuso marco de finales del siglo XVII y principios del XVIII. Sin fecha ni
autor conocido se encuentra el antiguo Nazareno
de la Cofradía de la Vera Cruz de Fuentesaúco, pese al pésimo estado de
conservación se adivina la posición de las manos cercana a las reproducciones
del paso de Gregorio Fernández, especialmente la de Salamanca. En Híscar y
Cuenca de Campos, Valladolid, también se conservan sendos nazarenos de vestir
de esta misma tipología. Por último cabe citar el Nazareno de Palencia, realizado en 1717 por Tomás de la Sierra,
siguiendo el modelo de la imagen cristífera del paso de la Verónica.
La remodelación de Jesús con la
Cruz al hombro, 1909. Sevilla
Foto: cuestiondecofradias.blogspot.com |
La imagen titular de la sevillana Hermandad del Valle está atribuida a
la escuela de Roldán de la segunda mitad del siglo XVII, su configuración
original seguía los cánones más clásicos de la escuela sevillana: mirada baja y
las manos en el extremo inferior del patibulum. Sin embargo su remodelación en
1909 alteraría su composición para resaltar la comunicación con las mujeres y
la Verónica que figuraban en la cabecera del misterio. La intervención en el
Cristo separó el brazo diestro de la cruz para disponerlo en actitud de
consolar a las mujeres, tomando así la propuesta de la escuela castellana para
representar la figura del nazareno. Curiosamente en el proceso de reforma se
pierden gran parte de las figuras secundarias que acercaban la composición del
grupo al paso realizado por Gregorio Fernández en 1614 para representar dicha
escena.
Conclusión
La imaginería castellana del siglo XVII aportó a la imaginería
española está representación de nazareno
con la mano extendida. Pronto superada por la representación más clásica de
los nazarenos para capillas y oratorios, la representación castellana de este
misterio en el siglo XVII es fiel reflejo de la búsqueda de la comunicación con
el espectador y la teatralidad de las escenas en la Semana Santa de Valladolid
y su entorno en el siglo XVII.
Javier Prieto Prieto
Bibliografía:
MARTÍN HERNÁNDEZ, Rafael. "Breve síntesis de la evolución de la iconografía de Jesús con la Cruz al hombro"
VASALLO TORANZO, Luis. "El paso Camino del Calvario de Gregorio Fernández.
URREA, Jesús. "Escultores coetáneos y discípulos de Gregorio Fernández en Valladolid (II)"
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